Apnea del sueño: Dispositivos CPAP/APAP
Hoy queremos explicar en Farmamedica, un trastorno muy habitual, pero no tanto reconocido como es la apnea del sueño.
La palabra “Apnea”, etimológicamente, proviene del griego y se compone por un prefijo “a” que significa privación, y un sufijo de la palabra griega “pnein” que quiere decir respirar, por lo que en su conjunto nos encontramos ante el significado de ausencia de respiración.
La apnea del sueño es un trastorno que se caracteriza por breves interrupciones de la respiración, mucho más frecuente y habitual de lo que se cree y que afecta a un gran número de la población de manera consciente o inconsciente.
Para que seamos conscientes de la gravedad de este trastorno, en una sola noche, el número de pausas respiratorias involuntarias, que normalmente vienen acompañadas de ronquidos, pueden llegar a ser desde 20 a 60 o más en una hora.
Esto trae una serie de consecuencias negativas durante el día: sensación de ahogo, somnolencia excesiva o dolores continuos de cabeza en especial en las primeras horas del día.
Tipos de apnea del sueño
Existen tres tipos de apneas del sueño:
- Apnea obstructiva: Este tipo de apnea se presenta cuando los músculos de tu garganta se relajan por instantes y bloquean las vías respiratorias durante el sueño. Se produce por una obstrucción de los tejidos blandos hipofaríngeos, flexión del cuello, oclusión nasal o cierre laríngeo. Un signo evidente de la apnea del sueño obstructiva son los ronquidos, aunque hay que destacar que todas las personas que roncan no tienen por qué padecer de apnea.
- Apnea central: Este tipo de apnea se produce porque el cerebro no manda las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración. Se debe a la inmadurez de los centros de control de la respiración del bulbo raquídeo. Se caracteriza por la de flujo de gas sin movimiento de la pared torácica. No es habitual que las personas con apnea central ronquen, por lo que muchas veces pasa desapercibida.
- Apnea mixta: Es la menos común y combina características de las dos anteriores, lo que puede provocar y aumenta la posibilidad de que las paradas respiratorias sean más frecuentes o prolongadas. Tiene su inicio en apnea central, para terminar en apnea obstructiva. Es una combinación de las dos anteriores y se genera por un evento central. Cesa la respiración, usualmente al final de la espiración, sin alcanzar el intercambio respiratorio, indicando que la vía aérea está obstruida.
Causas de la apnea del sueño
Los principales problemas que pueden ocasionar el trastorno de la apnea del sueño son:
- La obesidad o sobrepeso aumenta el riesgo de apnea ya que los depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores pueden taponar la respiración.
- El consumo de alcohol o somníferos aflojan los músculos de la garganta.
- Tener genéticamente las vías respiratorias estrechas o por amígdalas pueden taponar las vías respiratorias.
- La edad es un factor importante, ya que la apnea ocurre con mucha frecuencia en personas de mayor edad.
- Las personas fumadoras tienen mayor posibilidad de padecer apn
ea obstructiva del sueño ya que el tabaquismo podría aumentar la inflamación y retención de líquidos en las vías respiratorias. - La congestión nasal en personas con dificultad para respirar por la nariz por problemas tanto anatómicos como alérgicos, aumentan el riesgo de padecer apnea obstructiva.
- Los trastornos cardíacos generan congestión aumentando el riesgo.
- Un accidente cerebrovascular aumenta el riesgo de apnea central, mientras dura el tratamiento.
Tratamiento para la apnea del sueño
Cuando la apnea es leve y no ocasiona un gran trastorno, bastará con cambiar alguno de nuestros hábitos de vida como dejar de fumar, perder peso o utilizar un dispositivo bucal que te pueda hacer un dentista.
Cuando la apnea nos ocasiona trastornos más importantes, existen dispositivos de presión positiva continua para las vías respiratorias denominados CPAP, que consisten en realizar una entrada de aire superior a la que hay a nuestro alrededor para mantener las vías respiratorias abiertas.
Será su médico el que determine qué tipo de dispositivo necesita para su tratamiento y los valores de aire a establecer en el mismo.
De manera general hay que distinguir tres tipos de dispositivos de presión:
- CPAP:Presión positiva continua de las vías respiratorias que proporciona una presión ligera y estable del aire en las vías respiratorias para mantenerlas abiertas.
- APAP:Presión positiva autoajustable de las vías respiratorias que cambia la presión durante la noche en base a los patrones de respiración.
- BIPAP:Presión positiva de dos niveles en las vías respiratorias que tiene una presión mayor cuando el usuario inhala y más baja cuando exhala.
Dispositivos Apnea del sueño CPAP / APAP / BIPAP
Un CPAP es un dispositivo que proporciona aire a una presión establecida y predeterminada para cada usuario según sus necesidades y a través de una mascarilla. Se utiliza para mantener una presión constante de aire durante todo el ciclo respiratorio, evitando el colapso durante la inspiración y la espiración.
El equipo de CPAP está compuesto de un generador de presión, un filtro que retiene las partículas de polvo, una mascarilla que en cualquier variante trabajará a través de la nariz y un circuito que une estos tres componentes, pero en casos de sequedad o congestión nasal, es aconsejable la incorporación de un humidificador para agua caliente.
Los primeros días de tratamiento no son precisamente los mejores ya que como cualquier terapia nueva necesitaremos de un periodo de adaptación, así como de encontrar la mascarilla más adecuada, que sea cómoda y ajuste bien.
Otro factor importante a tener en cuenta será nuestra postura al dormir, ya que los primeros días podemos encontrar algún problema para encontrar la postura que nos permita conciliar el sueño mientras usamos el dispositivo CPAP.
Si bien es cierto que un dispositivo CPAP para el tratamiento de la apnea del sueño no cura este trastorno, el uso de manera continua te ayudará a conseguir una noche de sueño restaurador y cuyos beneficios específicos pasan por una mejor concentración durante el día, mayor nivel enérgico, reducción de la ansiedad y depresión, patrones de sueño regulares y una disminución de la presión arterial alta.